Sagrado Corazón de Jesús
En primer lugar recordamos el nacimiento de la Madre Paulina Von Mallinckrodt el 3 de Junio de 1817 en Minden , Alemania.
Asimismo mes de Junio para la Iglesia Católica es inmensamente rico en la memoria y ejemplos de Santos y en la consagración al Sagrado Corazón de Jesús.
A modo de ejemplo, vale enunciar, el 3 de Junio recordamos al Papa San Juan XXIII, que con el Concilio Vaticano II lanzó un desafío de renovación de la Iglesia. El 13 de Junio del franciscano Portugués San Antonio de Padua. A Santo Tomás Moro, ejecutado en Londres por no renunciar a su fe. A San Juan el Bautista, precursor de Jesús, el 24 de Junio, que anunció pleno de renunciamientos, la venida de Cristo. A Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, el 27 de junio, en quien nos auxiliamos, en la profundidad de la bella imagen ortodoxa, realizada en Creta, que se ha extendido por todo el mundo. A San Pedro y San Pablo apóstoles el 29, como así también al Corazón Inmaculado de María, el sábado posterior a la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús. Y finalmente el día 30, recordamos a los Primero Mártires de la Iglesia. Son todos ejemplos y festividades en pleno de sentido absoluto para la vida del cristiano, que nos guían, nos dan ejemplo, y fortalecen en la Fe diaria.
Pero el mes de Junio, en sentido estricto, está consagrado al Sagrado Corazón de Jesús, vinculado directamente a las Misas de primer viernes.
Fueron precursores de esta devoción, primero en forma privada para luego irse expandiendo públicamente, San Buenaventura, San Alberto Magno, Santa Gertrudis, Santa Catalina de Siena, el Beato Enrique Suso, San Pedro Canisio, y San Francisco de Sales. El primer oficio litúrgico en honor del Sagrado Corazón de Jesús fue realizado por San Juan Eudes, el 20 de Octubre de 1672.
Pero la gran promotora de la de la devoción al Sacratísimo Corazón de Jesús fue Santa Margarita Maria Alacoque, Monja de la Orden de la Visitación de María , que consiguió que con su celo, fe, perseverancia y compromiso alcanzara el desarrollo actual. Jesús, en el año 1675 se le apareció a Santa Margarita y le mostró su corazón como el símbolo mas apto para estimular a los hombres al conocimiento y a la estima de su amor y al mismo tiempo lo constituyó como señal y prenda de su misericordia y de su gracia para las necesidades espirituales de la iglesia en tiempos modernos. En la aparición central, Jesús se le manifestó a Santa Margarita con el Corazón Abierto, en la Iglesia en Paray le –Monial, Francia. Es un culto que nace de las fuentes mismas del dogma católico, del Antiguo al Nuevo Testamento.
Nos plantea y desafía asimismo a considerar la devoción al Sagrado Corazón de Jesús como escuela eficacísima de caridad divina. Debemos ver al Corazón del Verbo Encarnado como signo y principal símbolo del triple amor con que el divino redentor ama continuamente al Eterno Padre y a todos los hombres. Es ante todo expresión del divino amor que en Él es común con el Padre y el Espíritu Santo, y que solo en Él, como Verbo Encarnado, se manifiesta.
Además, el Corazón de Cristo, no debemos olvidar, es símbolo de la ardentísima caridad que, infundida en su alma, constituye la preciosa dote de su voluntad humana.
Nada por lo tanto prohíbe que adoremos el Corazón Sacratísimo de Jesucristo como participación y símbolo natural, el más expresivo, de aquel amor inexhausto que nuestro Divino redentor siente aún hoy hacia el genero humano.
Para la Iglesia Católica, la adoración al Sagrado Corazón de Jesús es el medio esencial para la expiación de las faltas, de los pecados, para la reparación de la relación con Dios, consagrándole la acción, el pensamiento y la oración.