04 Jul 2023

¿Miramos a la capacidad intelectual entrelazada con la humildad y el amor al prójimo?

“¿De qué sirve estar dotada de capacidad intelectual si esta no va unida a una muy profunda humildad, un amor benevolente al prójimo, con una total entrega a la Voluntad de Dios y a lo que Él permite?”
Madre Paulina Von Mallinckrodt, 1857

La Madre Paulina Von Mallinckrodt nos plantea que la capacidad intelectual debe ir unida a una profunda humildad y a un amor benevolente al prójimo, nunca a la soberbia ni al orgullo vacío. ¿Miramos a la capacidad intelectual entrelazada con la humildad y el amor al prójimo? Es probable que no, por lo menos en una primera instancia. Pero siguiendo la reflexión propuesta por la Madre Paulina, el significado que subyace como más significativo y a la vez desafiante para un católico, es que la humildad y el amor al prójimo dan sentido trascendente a la capacidad intelectual que tengamos. Quizás tengamos que evitar ver a la capacidad intelectual como un fin en sí mismo, que se agote en su propia, verdad y evidencia por más importante que sea.

Una primera actitud, profunda y simple es ver a la capacidad intelectual que poseamos, en el área que sea como un don, como una gracia, que Dios nos da, para que la administremos de la mejor manera, ayudando como portadores pasajeros, escuchando, asistiendo, siendo servidores del plan de Dios.

Sería un error, considerar a la capacidad intelectual como puro mérito personal, fruto sólo de nuestro esfuerzo, de nuestra individualidad. Somos portadores de ella para acciones que nos trasciendan y nos acerquen a los demás, que provean a la alegría, y la felicidad y a afirmar la presencia de Cristo en la cotidianidad de la vida moderna. No debe comenzar y terminar en nosotros o en nuestro círculo más cercano. Es una herramienta de apertura hacia los demás para que entre Dios plenamente en sus vidas. Debe ser un instrumento para la difusión de la Palabra.

Las capacidades intelectuales no pueden llevar a alejarnos de Dios, a negarlo, a cuestionarlo e incluso a pensar en suplantarlo, actitudes que son formas encubiertas de pecado.

El 16 de Junio la Iglesia festeja con sus fieles la Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, cuya finalidad esencial es adentrarnos y conocer el amor de Jesús por la Humanidad, buscar comprenderlo viviendo espiritualmente el significado de los símbolos que muestran sus actos de amor hacia nosotros, como el Calvario, la Crucifixión.

También, y adquiriendo una participación mayor en nuestra religiosidad cotidiana, la Iglesia propone a los fieles la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, para encomendarnos, entregarnos y que forme parte de nuestra vida diaria, un pilar más que enriquece nuestra espiritualidad.

Comisión de Espiritualidad y Cultura