La importancia del lenguaje en la vida del cristiano
“Sé muy cuidadosa en tu lenguaje con respecto a todo, sin excepción, para no faltar nunca a la caridad, a la prudencia o al respeto. Así todo se desarrollará bien, con la gracia de Dios”
Paulina Von Mallinckrodt
La Madre Paulina en esta máxima nos quiere mostrar la importancia del lenguaje en la vida del cristiano. Cómo expreso lo que pienso, lo que siento, y mis compromisos en la responsabilidad de usar un lenguaje propio del católico. Saber expresar el mensaje de Cristo, aún en un ámbito no católico. Las palabras adquieren un sentido trascendente porque son la expresión de un mensaje, de una misión, del sentido católico de la vida. Tanto bien y a su vez, tanto daño se puede producir cuando hacemos uso de la palabra.
Para la Madre Paulina el lenguaje está al servicio de la caridad, de la prudencia y del respeto. Uno de sus sentidos es expresar la motivaciones profundas del alma en orden a estas dimensiones, para no ofender, engañar, mentir. Es un instrumento para el respeto, base inicial de cualquier acercamiento, acuerdo o compromiso con los demás.
En la caridad, el lenguaje sirve para dar, comunicando dignidad y compromiso de ayuda. En la prudencia, significa usar las palabras apropiadas, discretas de sentido moderado pero firme. Es también la cara del respeto a nuestros interlocutores.
También nos dice la Madre Paulina: “Pondré todo a los pies de la Iglesia de Dios. Que ella, la Esposa, decida lo que sirve para el honor del Esposo. La seguiré incondicionalmente y no moveré un dedo en ninguna empresa que ella no apruebe.” Sepamos ponernos a los pies de la Iglesia siempre, rechazando las críticas ligeras y llenas de sofismas que se le hacen, ser incondicionales a ella, y no nos embarquemos en ninguna empresa que ella no respalde.
La riqueza del mensaje y de las dimensiones de la actividad de evangelización son muy amplios; busquemos nuestro lugar y llevemos nuestra fe a la acción dentro de la Iglesia.