“Donde sopla el Espíritu de Dios, ahí hay crecimiento”
“ Donde sopla el Espíritu de Dios, ahí hay crecimiento”
Paulina Von Mallinckrodt
La Madre Paulina nos habló de la relación entre el Espíritu de Dios y el crecimiento en lo religioso, interior de cada persona. Muchas reflexiones se disparan en este mensaje, la primera es que el crecimiento espiritual profundo sólo se alcanza con la ayuda de Dios, las fuerzas humanas no son suficientes, es necesario encomendarse a Dios, pedir su ayuda, su bendición, no es una lucha racional ni material, es una entrega a Dios y buscar su apoyo y su compañía. Ninguna voluntad humana es suficiente si no se hace fuerte recibiendo el soplo del Espíritu de Dios, aceptando sus designios, vaciándose y dejando llenarse con la gracia de Dios aún en la mayor adversidad y contrariedad. El soplo del Espíritu de Dios es también un aire de renovación, y es un llamado que no podemos rechazar, que nos pide asumir nuestras debilidades y exigirnos en nuestras virtudes, no para ego personal sino como cristianos en comunidad, con la mirada en el otro, vaciándonos en el Cáliz de Cristo.
Nos agrega la Madre Paulina: ”El Espíritu de Dios reinará sólo donde prevalezca el amor y la humildad”. Cuánta Sabiduría en estas palabras. Nos preguntamos si somos ese ámbito de amor y humildad para que el Espíritu de Dios reine en nosotros. Esas virtudes deben guiarnos, esos serán nuestros méritos, nunca será una tarea fácil. Muchas circunstancias nos pueden hacer esquivos al amor y la humildad, pero sepamos que en esas circunstancias nos alejamos de Dios.
Pero si nos sostenemos en la humildad y en el amor, si los hacemos prevalecer, el Espíritu de Dios multiplica con su gracia mucho más allá de nuestras propias acciones, sus efectos positivos son multiplicadores de la Gracia, del mensaje de Cristo fuera del alcance de nuestra mirada.
Humildad en nuestros actos para reconocer en la humanidad de los demás el rostro de Cristo, para perdonar y para recomenzar cada vez que creamos habernos alejado de Cristo, de sus enseñanzas, de su Palabra.
Hacer prevalecer el amor en nuestros actos, en la forma de relacionarnos, no sólo de aquellos que conocemos. Y el amor a Dios, que nos pide la entrega absoluta, sin guardarnos nada, sin mezquindades, sin medir ni especular.
Tengamos presente en nuestras oraciones al Beato Ceferino Namuncurá, que hoy 26 de Agosto celebramos su Fiesta, un modelo de devoción a Jesús de nuestra tierra.
Comisión de Espiritualidad y Cultura