”Amadísimo Señor haznos conocer tu Santa Voluntad y ayúdanos a correr a cumplirla” (Retiro 1867)
Paulina Von Mallinckrodt

La Madre Paulina nos propone en su Retiro 1867 pedirle a Dios que nos haga conocer su Santa Voluntad, que es lo singular que Dios nos pide a cada uno de nosotros. Porque más allá de la misión en común de todos los cristianos, de nuestra vida en comunidad, Dios siempre nos pide algo muy personal a cada uno de nosotros. ¿Sabemos verlo, comprenderlo y más que nada aceptarlo?

De algún modo, la Madre Paulina nos está diciendo que hay una misión para cada persona, ligada a su contexto, a sus posibilidades, y al plan de Dios en cada persona. Dios nos ha dado la gracia de la Salvación, que no es un proceso histórico humano sino un plan divino que da sentido a la humanidad.

La cruz es símbolo y es modelo de vida, encontrando su tono preciso en la particular vida de cada cristiano. Amplía la Madre Paulina en su Retiro 1840: “Al Señor hay que servirlo con fortaleza”, lo que implica constancia, voluntad, poner todo lo que está humanamente a nuestro alcance. No nos está hablando la Madre Paulina de hacer algo exitoso, visible, de gran exterioridad, pueden ser acciones pequeñas pero profundas, casi anónimas, reparadoras, que llevan el mensaje del Evangelio en un plano activo y trascendente. Ser agentes del plan de Dios es estar siempre atento, en guardia, en cualquier lugar y momento, pero con fortaleza, sin desgano, ni displicencia.

Cálidamente la Madre Paulina agrega:”No te fijes demasiado en los detalles de tus faltas, la vida aquí abajo es imposible sin imperfecciones. Convéncete que todos tendrán siempre faltas.” Equivocarnos, dudar, reiniciar siempre, van a ser características frecuentes de todo lo que emprendamos para Dios, sepamos asumirlo, no frustrarnos, perseverar, fallar está en la naturaleza de cada camino, los senderos que caminemos serán siempre irregulares, cambiantes y a veces imprevisibles, la confianza muchas veces nos juega en contra.

Hay sin duda un momento en que nuestras acciones deben afirmarse y consolidarse en una dirección y avanzar, nos dice al respecto la Madre Paulina en su Retiro 1878: “Sin embargo debemos conocer el momento exacto para mantenernos firmes y no huir enseguida ”. Evitar la huida rápida cuando algo nos parece que no se puede realizar, contar con la oración y el silencio para hacer pie y continuar.

El 11 de Noviembre recordamos a San Martín de Tours, patrono de la Ciudad de Buenos Aires desde su fundación y también de los pobres, símbolo de fe en la ciudad a lo largo de toda su historia.

Comisión de Espiritualidad y Cultura